miércoles, 8 de julio de 2020

TIEMPOS PANDEMICOS: Entrevistas desde casa

DIEGO ORIA: “Es un momento para confiar en los equipos”


El director y dramaturgo  Diego Oria pudo transformar la angustia y dolor de las primeras semanas de confinamineto obligatorio por el coronavirus para generar un nuevo proyecto teatral que une a elencos de España, México, Perú y Argentina.

Oria es una usina constante de ideas creativas. Llegó al teatro musical para darle un giro en cuanto a su estética y contenido. Lo confirma  con "La parka", una comedia de humor negro que se transformo en un fenómeno de culto dentro de la  escena off desde el 2006, presentándose durante varios años en diferentes espacios y que obtuvo   en el 2010 tres Premios Hugo al "Mejor Musical Off", "Mejor Actor" (Facundo Rubiño) y "Mejor Director" (Diego Coran). Luego llegarían, entre otros  trabajos artísticos,"Alicia en Frikiland" y "De gira en la Farruka" junto a su equipo de Random Creativos. En 2017 estreno "El botella", otro musical que se convirtió en un suceso de publico en el Centro Cultural 25 de Mayo. 

Su formación como actor fue de la mano de Santiago Doria, luego realizó la carrera de teatro musical en la Fundación Julio Bocca y tomo seminarios de dramaturgia con Mauricio Kartum y Fernando Casteps. También tuvo una notable experiencia como conductor televisivo  frente  al programa Festival País por la Televisión Publica. 

Junto al compositor musical Jorge Soldera crearon el año pasado  Punta Orilla, una productora de contenidos teatrales y audiovisuales. Debido a la cuarentena tuvieron que bajar los ensayos  de "Mi amigo hormiga", un nuevo y ambicioso musical que tenían programado estrenar en quince ciudades. "A mí me tocaba de dirigir la puesta para el Teatro Regina y teníamos fecha para mayo. Ni siquiera pudimos anunciar el elenco", suspira con resignación Diego. 



¿Cómo transitas éstos meses de aislamiento obligatorio? ¿Pudiste potenciar tu creatividad y generar algún nuevo proyecto?

Al inicio con sorpresa  y mucho dolor. La angustia me hizo conectar con un espacio on line en mi IG. Fueron más de 60 charlas diarias (ahora las hago martes y jueves) donde invite amigos y colegas de toda la vida. Eso me sirvió para poder expresar lo que sentía y compartir con otras personas que de alguna manera transitamos lo mismo. Esa experiencia de conversación compartida me motivo a escribir un nuevo musical que se llama “Vacio”. Se trata de un absurdo que transcurre en algún futuro incierto. En ese espacio en una capsula suspendida en un no tiempo aparecen dos mujeres y dos hombres que debaten el devenir de la existencia misma. Es un poco el devenir existencialista que me paso a partir de la pandemia. Lo lindo de este proyecto que empecé a ensayar vía Zoom con un elenco de España, Perú, México y otro de Argentina. La idea es que se estrene una vez que se puedan dar las condiciones de sanidad de cada país. Trate de generar elencos con personas que ya conocía y tenia afinidad, y que sabía también que el ensayo mismo era la posibilidad de transformar el dolor de este momento.

 

¿Qué opinas del desempeño del gobierno y sus políticas para  enfrentar ésta pandemia?

Para todos es algo nuevo y nadie se la vio venir. Por lo tanto creo que es un momento para no juzgar a nadie y tratar  de generar una empatía y conciencia colectiva. En un principio considero que las mediadas fueron las correctas. Hoy estamos a mitad de camino y es muy apresurado hacer un balance. Hago lo que proponen porque entiendo que saben lo que nos están diciendo.

 

 Sabemos que el teatro al igual que tantos otros sectores de la cultura serán de los últimos en poder retomar sus actividades. ¿Cómo vislumbras ese momento?

Estoy informado de los protocolos tanto los que presentaron los músicos como los productores teatrales. Siento que es un momento para adaptarse, lo que requiere valentía y mucho esfuerzo. Y en ese esfuerzo está implícito lo que tiene que ver con lo económico y explicito lo que tiene que ver con las necesidades básicas. En  lo que refiere al teatro en si mismo va a ser muy complejo el poder adaptarse a lo nuevo. Aunque los seres humanos tenemos un poder de adaptabilidad asombroso. Ahora es inentendible todo esto, pero quizás cuando  sea  más habitual  encontremos  una armonía del nuevo encuentro. Es muy difícil estar dando clases o dirigiendo via Zoom, pero hoy es lo que tenemos. Entonces creo que con lo que tenemos hoy podemos hacer mucho. Suena demasiado optimista, pero la angustia hace que estas reflexiones lleguen. Al principio duele, pero después depende de mucha sintonía con el entorno y las personas para poder salir adelante todos juntos.

 

¿Puede el teatro mutar a otra plataforma y desarrollarse sin el encuentro presencial?

Esta buena la palabra mutar, porque la mutación habla de cambio y transformación. Con respecto a los soportes teatrales, el teatro se hace en el teatro. Lo que uno hace con estas plataformas es una experiencia teatral para poder ser vista por streaming. Por otro lado, aparece la oportunidad de nuevas fuentes de trabajo que se abren para los artistas que damos clases de poder llegar a lugares y gente nunca antes pensada.

 

¿Cómo evalúas  la situación en el ámbito teatral?

Es una situación de mucha crisis, sobre todo en los espacios independientes. El poder reinventarse con el entusiasmo y las ganas no alcanza, porque hay un costo fijo  que sostener.  Hay una mucha camaradería y solidaridad en nuestro ambiente artístico. Que se unan salas de teatros independientes o gente que está apostando a la gorra virtual es una alternativa motivadora aunque no alcance. Es una buena posibilidad para acercarse y unir fuerzas. De esto tenemos que salir todos juntos, cada uno con su esencia y poética pero con un mismo fin que es salvar al teatro.

 

¿Qué reflexión o aprendizaje crees que podamos sacar de todo este lio?

Si bien no es momento para hacer tantas evaluaciones sino más bien actuar rápido, rescatar y tratar de subsanar, considero que es importante preguntarnos qué es lo que queremos mejorar de esta situación y cómo poder hacer para que haya un karma más positivo y estable. Mi reflexión personal es intentar revisar si estoy parado desde una mirada endogámica, desde un egoísmo, o puedo generar un espacio en el que todos puedan participar de una creación y hagan que tu proyecto sea colectivo. Hay que estar en modo solidario y activo. Resetear ciertas cosas que no estábamos haciendo bien con nuestro vínculos, con la naturaleza y con nosotros mismos. Es un momento para confiar en los equipos. Solo es más duro. Vale compartir la angustia, vale compartir el dolor y el teatro siempre nos rescata de alguna forma.


* * Diego Oria dicta clases virtuales de escritura. Informacion: cursoscreatividadenlinea@gmail.com


* * El 25 de julio se podrá revivir su obra "El botella" a través del ciclo Semana de los chicos en TEATRIX 

www.teatrix.com


***    Del dolor a la creacion | Diego Oria | TEDxRiodelaPlata   ***







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