lunes, 27 de julio de 2020

TIEMPOS PANDEMICOS: Entrevistas desde casa


PATRICIO ABADI : “Es importante gestionar un teatro que sea representativo y no un club de amigos”



Patricio Abadi es escritor, director, actor y docente de teatro. Tiene una largo recorrido artístico con propuestas que arriesgan e innovan siempre. Tal es el caso de “Flashes”, un falso biodrama sobre el amor entre medio hermanos que se presento  en el Camarín de las musas hasta poco antes del comienzo de la cuarentena obligatoria. 
El Centro Cultural Caras y Caretas organizó el  concurso de micromonologos “Monologos de la peste” en el que se tomaron temas centrales a la pandemia del Covid-19, el confinamiento y situaciones relacionadas con la emergencia sanitaria actual. Patricio Abadi resultó uno de los 10 ganadores con su texto“Tornasolado”.
Por otro lado, este año se cumplen 12 años de su emblemática obra “Ya no pienso en matambre ni le temo al vacío”, por la cual obtuvo el Premio Fondo Nacional de las Artes  2009, entre otros tantos reconocimientos. “Si dios quiere antes de fin de año los deberíamos festejar. Sería ideal si apareciera una posibilidad en algún espacio abierto. Fiesta teatral con protocolo y sanguchitos de matambre”, anhela el artista.



¿De qué manera transitas estos meses de aislamiento?

 Si bien el temperamento me saca de paseo por diferentes estados hay algo que es constante y no me ha abandonado. Me refiero al deseo de criar y crear. Criar a mi hijo y crear mundos imaginarios. Escribir. Ensayar aunque solo frente a la espejo, bailar camino al supermercado. Eros. Escritura y anhelo. ¿Estoy envejeciendo bien?




¿Cómo evalúas las medidas del gobierno para enfrentar la pandemia?

Confío y procuro que la ansiedad no me haga hablar sobre temas sobre los cuales no tengo competencia ni idoneidad.


Existe una proliferación de oferta teatral via streaming. ¿Crees que el teatro pueda o deba mutar hacia otras plataformas ?

Acorta distancias pero no reemplaza. Nosotros tenemos ANTIHÉORE OFF en TEATRIX, desde hace 3 años en la sección “Nuevos Talentos”. La función fue filmada con público y producida para ser vista “en casa”. Ese tratamiento de edición sofisticado ampara y mejora la experiencia frente a la pantalla. El caudal de “vistos” se ha multiplicado en cuarentena y lo más reconfortante es que con la totalidad de esas regalías pudimos hacerle llegar un lavarropas a la madre de un artista. Con Paula Marrón, directora de Antihéroe off, trabajamos muy aliñados en cuanto a la “micropoética y micropolítica” en este proyecto.  



Sabemos que  cultura es una de las áreas más golpeadas. ¿Qué consideraciones podes hacer al respecto?

La época es de un egocéntrico virtual galopante y pareciera que el desafío es “no embriagarse de uno mismo”. Es cierto que hay algo de exhibicionismo (consciente) inherente a nuestro oficio. Pero lo más riesgoso es que esa sobre exposición se ha extendido a roles jerárquicos en cuanto a la gestión de espacios públicos a nivel cultural y de producción. Esas cosas se perciben enseguida. Si los funcionarios no pueden dosificar su necesidad de aparecer “en la pantalla” eso genera intranquilidad porque sobre ellos estamos proyectando el diseño “de la salida de emergencia” para esta situación angustiante y el potencial regreso a la actividad.
Por tanto, si se los percibe volcados a lo social, virtual o anecdótico, eso preocupa porque empieza a dar señales de acefalía en un momento crítico. Además, cada gesto tiene una carga simbólica. Porque ese agenciamiento “del delante de escena” se acentúa en este momento donde los verdaderos intérpretes justamente tienen su expresión oprimida lo cual podría estar hablando de una falta (acaso inconsciente) de tacto o empatía.
Sería merecedor de un reconocimiento mucho más contundente que “un like” el hecho de advertir a ese puñado de personas que  de alguna manera ostentan la toma de decisiones, avocados a sofocar la situación desesperante que atraviesan nuestrxs profesores de teatro, actrices, actores y trabajadores del teatro en general.



¿Pudiste potenciar tu creatividad desde el aislamiento?

Escribí cuatro obras de teatro, un guión para mediometraje, un texto ensayístico como corresponsal de urgencia en una revista de pensamiento contemporáneo y estoy empezando un collage audiovisual para una futura instalación. Algunas cosas las tenía bocetadas y otras son totalmente “Made in Cuarentena” como es el caso de “Tornasolado”, que resultó uno de los ganadores en el concurso  “Monólogos de La Peste”. Luego para cuando vuelva el teatro, retomaremos FLASHES que venía haciendo una temporada muy poderosa, y seguiremos con apariciones especiales de ANTIHÉROE OFF. También tengo en carpeta volver con BONUS TRACK sobre Herbert Vianna, que es un material que quiero mucho



¿Alguna reflexión final en el marco de estos tiempos pandémicos?

El teatro es una familia maravillosa ejemplar afectivamente en el conjunto de la sociedad y en tanto grupalidad intangible es  fundamental para el desarrollo de nuestra cultura. Por eso es importante gestionar un teatro que sea representativo y no un club de amigos. Lógicamente no es sencillo. Los festivales de teatro, por poner un ejemplo, u otros espacios públicos desde hace varios años no están pudiendo consolidarse como un lugar nos exprese a la comunidad en tanto diversidad de lenguajes e identidades. Es algo que venimos hablando con muchos colegas.

Algo está faltando. Algo esencial y genuino. Creo que va ser un buen momento para escuchar todas las voces. Barajar y dar de nuevo. En lo personal no me interesa ocupar ningún cargo pero hay  gente valiosa que tiene ideas  y habría que darle lugar.  Yo simplemente trato de usar por mi voz para poner de relieve diferentes situaciones que voy conociendo a través de la propia experiencia pero también en el contacto dialéctico con colegas de diferentes generaciones. Y por último, no dejar de “cuidar al otro”, a la de al lado.

Para eso parecería que debemos y tenemos que  estar atentos a esas cuestiones que a veces aparecen en nuestro medio: egocentrimo/egolatría, elitismo, machismo, mal trato, envidia,  sicopateada, cipayismo, esnobismo, encanutaje, abuso de poder. Un ejemplo “micropolítico” El otro día una colega que está buscando laburo me contaba llorando que una amiga suya no le quería pasar el teléfono del representante para mandar material. Son cosas que parecen inverosímiles pero pasan más de lo que uno cree.

El tema de los celulares. Nos indignamos cuando el público no los apaga. Los queremos matar, pero tampoco los podemos dejar afuera del ensayo. Directores, curadores o colaboradores que miran el celular o secretean de manera distractora mientras las actrices o actores se están jugando “la vida”. Esas agujeros afectivos, entre camaradas, debilitan el aura y van en contra de las valores esenciales del nuestro actividad.
Qué se yo, tal vez todo esto es de un idealismo obsoleto pero tiene que ver con la voluntad de construir fraternalmente un horizonte más diáfano para que cada cual pueda desplegar “la voluntad y sus representaciones”.Crear, actuar, brindar, abrazar la adrenalina grupal del instante previo. Salir a escena. Volver a conquistar las pasiones alegres.

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