viernes, 21 de agosto de 2020

TIEMPOS PANDEMICOS * Entrevistas desde casa

 

HERNÁN LEWKOWICZ : “La ficción nos asiste para poder sobrellevar esta dura realidad”

 

 

 


El actor Hernán Lewkowicz nos ayuda a pensar el panorama de las artes escénicas y el rol de los hacedores de teatro en virtud de los convulsionados tiempos que atravesamos. Egresado de los talleres de teatro de Timbre 4, actualmente está finalizando la Licenciatura de Actuación en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Su formación integral en música, clown y danza lo llevaron a participar en innumerables espectáculos como “El avaro”, “El casamiento”, “El pozo donde se encuentran”, “Mil Federicos” y “Piedras dentro de las piedras” entre tantos otros. Incursionó también con propuestas propias  como dramaturgo y director en “Medio salto”, “Sala de maestras-Sala 6”, “Trágica”, “La ventana emergente” y “La superclasica, relatos shakespearianos para llevar en la valija”. Una de sus experiencias más significativas fue haber sido seleccionado por el Teatro Cervantes como uno de los intérpretes de “El Martín Fierro”, sobre textos de José Hernandez, versión de Claudio Gallardou y con la dirección de Tony Lestigni. Durante cuatro años recorrieron todo el país, llegando a lugares recónditos en los cuales jamas habian tenido contacto con la experiencia teatral. 

 


¿De qué manera vas transitando estos meses de aislamiento? ¿Pudiste potenciar tu creatividad?


Lo vengo transitando con altibajos, pero por suerte mi familia y afectos están bien. Eso es muy importante para tener la disponibilidad de crear mundos ficcionales.  Creo que la dificultad me potencia la creatividad.La ficción nos asiste  para poder sobrellevar esta realidad tan dura. Desplegue bastante lo  musical, que si bien siempre estuvo presente nunca le había dado demasiado espacio. En estos tiempos me acompañó mucho la música. Viene también siendo una forma de canalizar las ganas de hacer teatro. Concretamente, en relación con lo musical, también estuve componiendo canciones. Menciono esto porque hay algo de la palabra que está muy habilitada en estos tiempos. 

 



 ¿Tuviste que postergar proyectos por la cuarentena?


Cuando empezó la cuarentena estaba trabajando con el proyecto de graduación de la UNA que lo seguí sosteniendo de manera virtual.  También venía trabajando con “La superclásica”, una obra de Shakspeare que estaba dirigiendo para niñas y niños. Y habían dos obra “La musiquita” y “La sonada aventura de Ben Malasangue” con las cuales había trabajado el año pasado en las vacaciones  de invierno y tenía proyecto de volver. Para mayo había programada otra obra para Microteatro que  quedó postergada. En ese sentido hubo  mucha pérdida. Si bien algunas cosas se pudieron reinventar vía streaming, creo que son como placebos. Paliativos o modos de no sentirse tan lejos, de no sentir que no hay nada. Es una forma de seguir vinculados entre nosotros y con el público. 

 



 ¿El teatro por streaming será una alternativa efímera o un cambio de paradigma en la manera de hacer y ver las artes escénicas?


Me cuesta mucho llamarlo TEATRO al teatro por streaming. Sin dudas que es actuación.  La condición esencial del teatro es la presencia de los cuerpos. El ritual teatral tiene mucho que ver con un tiempo y espacio y una presencia física. Sin embargo, el espectáculo por streaming tiene un atractivo y es que hay un ahora, un momento compartido que lo vuelve un poco más vertiginoso que una mera filmación. Fundamentalmente produce mucha satisfacción sobreponerse a las distancias, faltas y dificultades. De todas maneras, el teatro es el teatro y ha sobrevivido a muchas pandemias. Tiene más historia que nosotres. El teatro va a volver y será una fiesta sin dudas. Mientras tanto es muy valido encontrar otras formas de crear.

 



¿En qué se convertirá la actuación mientras el contacto de los cuerpos siga en pausa?


La verdad es que no he vuelto a ensayar. Recientemente se están implementando los protocolos para la actividad teatral por streaming. Creo que estos tiempos nos hacen recordar que tenemos un cuerpo. Y entiendo que su estado no es en pausa sino confinado. Mi percepción es que muchas veces lo sentimos como incendiado, esta convivencia con uno mismo es por momentos insoportable. Y por otros la posibilidad de habitar la propia casa para quienes tenemos esa fortuna, es reparador. Esta distancia con los demás nos hace mirarnos de nuevo.

 Todo se vuelve poético, y muy lleno de sentido ante el vacío de sentido. Ante la imposibilidad de concebir lo que pasa, de imaginar el futuro, uno se vuelve creativo y nuevamente un ser sensible. Sin dudas esta situación sensibiliza mucho. La verdad que no se que será de la actuación en el futuro o en este contexto hasta que no lo transite. Imagino que lo encararemos con mucho temor y deseo. Quizás se combine algo de la actividad presencial con la virtual como en tantos otros ámbitos. Más allá de todo estimo que esto será una explosion de creatividad.


 


¿Cómo evalúas la situación del teatro independiente ante  esta coyuntura de crisis?


La verdad que es muy compleja y dolorosa. Ya históricamente el teatro independiente tuvo que alzar bien alto las banderas para hacerse escuchar y siempre como abriéndonos paso. El macrismo significó para nuestro sector un vaciamiento total. Esta situación no nos permite trabajar y ni me quiero imaginar para los dueños de sala mantenerse en este contexto. Se que hubo ayudas pero también que fueron insuficientes. Hay solidaridad de los públicos y de quienes hacemos teatro, pero habrá que remontar una ola muy difícil.Ya estamos haciéndolo. 

Nos vamos a reinventar, elijo creer eso y lo creo, pero tiene que haber sin dudas un acompañamiento del gobierno. Porque sino un baluarte de la cultura argentina como lo es el teatro independiente se pierde. En ese sentido la organización PIT de profesores independientes de teatro, los directores y directoras, actrices argentinas, el gremio de actores, vienen haciendo un trabajo muy colectivo. Pero esta frase de “la salida es colectiva”, que sin dudas es así, es importante que no se nos transforme en un slogan. Porque decir esa frase no quiere decir nada si no se hace algo.. Se trata de hacer cosas concretas. Tender una mano a les compañeros, ayudarnos con la difusión, realmente socializar la información. Abrir los brazos y tender una red para poder salvar a este enorme ecosistema que es el teatro independiente. 




El Teatro Cervantes repone “El Martin Fierro” en su sala virtual. ¿ Cómo fue esa experiencia?


Fue un espectáculo maravilloso y una experiencia increíble que duró casi cuatro años, donde recorrimos un montón de lugares del interior del país. Llegando a lugares donde jamás hubo teatro. Hicimos funciones en parajes, pueblos, ciudades, en plazas…Esa gira se llamó El Cervantes por los caminos, y literalmente fue así.  Una obra hermosa, con una puesta de Claudio Gallardu y la dirección de Tony Lestingi, que tenía que ver con las compañías trashumantes y del circo criollo. Hoy recordarla la vuelve más valiosa. Con ese espectáculo experimente la función social del teatro. La cercanía con el público y el agradecimiento de la gente. Muy contento que el Teatro Cervantes reponga esta experiencia teatral que fue única para mi. 




Las sociedades han pasado por grandes catástrofes.¿Crees que algo se modificara con todo lo sucedido?


En un principio, cuando comenzó el aislamiento, circulaba cierta sensación de creer que tenía que pasar esto para que paremos. Para que el mundo pare, para que la contaminación pare, para que el capitalismo pare… Me adherí a ese pensamiento, y hoy me doy cuenta que no está garantizado.  El capitalismo puede volver y arrasar con todo. Cada uno de nosotros puede volver a ese ritmo de auto explotación vertiginoso.La conciencia de cuidar a quien tengo enfrente y de que al cuidarme yo cuido al de al lado se puede esfumar si no la aprehendemos. 

Creo que es para muchos y muchas un despertar de conciencia, un sacudón muy fuerte.Se pone en suspenso todo lo que uno pensaba que era así, y ahora todo pareciera tener que reinventarse.También viendo las imágenes de la movilización del 17 de agosto es terrible el odio y estupidez de nuestra propia sociedad. Creo que esto es como una gran lupa, donde se puede ver amplificado todo lo hermoso y también lo terrible. Tenemos que estar muy atentos para estar del lado de la generosidad y la compasión. Trato cada día de hacer lo mejor que puedo.Y a les artistas, en este tiempo, nos toca la responsabilidad de brindar nuestra sensibilidad, nuestra capacidad para crear ficción y ofrecer otra forma de ver la realidad. Sembrar semillas en los demás para que crezcan. Eso es lo que voy tratando de hacer. 



Mientras esperamos el regreso del teatro en vivo, ¿dónde podemos verte?


Para quienes deseen conocer mi trabajo, se encuentra disponible el programa para niños y niñas  del teatro Timbre 4, donde podrán ver varios videos de cuentos y canciones de mi autoría. Dentro de los talleres de Timbre 4 doy el de Juegos Musicales para niños y niñas de hasta 10 años. En el canal de youtube de Microteatro están subidos los capítulos de “Sala de Maestras”. Proximamente estaremos haciendo con la actriz Barbara Maso una propuesta por Vivo de Instagram que se llama “En el diente de algún monstruo” sobre la correspondencia entre el escritor Anton Chejov y la actriz Olga Knipper . Se trata de una lectura performática de sus cartas acompañadas por música de acordeón. Pueden ver de manera virtual la obra “Musiquitas”, con dirección de Pablo Gorlero, en la plataforma Teatrix. Y “La sonada aventura de Ben Malasangüe”, dirigida por Lionel Arostegui en La nube cultural. Además, hago animaciones artísticas para eventos, cumpleaños y escuelas con una propuesta musical y de juegos para que hagan los chicos y chicas en sus casas.








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